Paz y cultura en Colombia:
Todo el tiempo se viene hablando
en el país y en el exterior de un “proceso de paz” y se nos anuncia un posible país
“prospero” y en pleno desarrollo superados los “conflictos”. Sin embargo, lo
que en realidad se hace es señalar solo una consecuencia de las verdaderas raíces
de una guerra en Colombia que no solo no se acabará sino que se profundizará
pues las verdaderas raíces de la misma ni siquiera se han tocado.
Si han un lugar donde se puede ver las verdaderas raíces de la guerra y como está sigue aun mas vigente es en las embajadas y consulados de Colombia en el extranjero. Allí, los funcionarios muchas veces nombrados en sus cargos para evadir la justicia, como el ya sabido caso de militares en retiro, o personas con nexos al narcotráfico. Sus salarios como en el caso de España en muchos casos superan a los del presidente del país citado, y los presupuestos se dividen entre una élite, cuyos cargos han sido ganados a dedazo, por enchufe de amiguetes o familiares.
Los consulados en el exterior no
son más que Notarias, y uno de los negocios más pulpos que tiene el funcionario
de turno, que como en el caso de Barcelona tienen reservados muchas de las
zonas de Parkin de la ciudad para sus lujosos Automóviles Audi, cargados al
presupuesto nacional, en una ciudad donde el transporte público es más que
eficiente y por ende injustificable dicho gasto.
Como es de suponer también los
salarios son extremadamente altos, pero los “funcionarios además NO FUNCIONAN,
no tiene tiempo, esta “ocupados si usted
necesita algo, si quiere plantear un proyecto; pero si usted es amigo de ellos
entra como Pedro por su casa, sin cita previa y seguro que tiene algo del
presupuesto garantizado a alguno de sus proyectos. De esto he sido testigo
cuando arriban personas al consulado y preguntan por el funcionario diciendo
que es “ su amigo” mientras a los demás se nos da una dirección de correo para
que escribamos a ver si la funcionaria tiene “la dignidad de leerla” ya que en
este momento está tomando un café y no se le puede interrumpir.
En el caso de la cultura, uno se
pregunta si las personas que están destinadas a este tema cuentan con la
capacidad para hablar de estos temas, si tiene la formación , o simplemente están
ahí para justificar un salario y un puesto que ha sido creado pero no funciona
para nada.
Mi experiencia con esta oficina
es encontrarme con una funcionaria que dice “No hay presupuesto” pues lo dividimos
solo en nuestros salarios altos y para cultura solo HAY MENBRETES DEL
CONSULADO, con los cuales usted puede ir a hacer la gestión y decir que
nosotros “le apoyamos”. Por lo demás la
persona “nunca está” o si está entonces “está ocupada”. Y como no soy “del
combo” ……..
La paz del país empieza cuando,
haya gente que trabaje, que no se distribuya el presupuesto solo en salarios,
cuando a la cultura se le dé el respeto que merece y no dependa de si eres
amiguete o no. Cuando en esos cargos estén personas capacitadas, con tiempo y con la
sensibilidad capaz de entender por lo menos un proceso cultural o artístico y
no es escude tras un escritorio o una oficina para incumplir sus obligaciones.
Hoy he querido plantear un proyecto
de apoyo al proceso de paz, lo cual llevo varios meses tratando de hacer, pero el salario que pagamos los colombianos a la funcionaria
no alcanza para que ella se digne atenderme y por esas razón se pierdan
plebiscitos, pues lo que los demás hacemos no importa, ningún aporte es válido,
solo los inmerecidos premios Nobels, y por la misma línea todo lo que venga
desde arriba, nunca desde la gente.
Las personas que hacemos arte y
cultura nos negamos a someternos a burocracias ineptas y nombradas a dedo, a funcionari@s que
no funcionan, a amiguismos y clientelismos. Queremos plantear proyectos y
exigimos apoyo, No estamos para mendigar nada, menos cuando los beneficiados
son procesos sociales y políticos como el de la paz en Colombia.
Juan Gratiniano López Roa.
Barcelona España
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