Jornada de reflexión:
Nunca había visto nada igual: Una
guerrilla que le escribe al candidato Zuluaga; una “izquierda que llama a votar
por la derecha, una tergiversación e hiper-utilizacion de la palabra paz, de la
forma más maquiavélica y prostituyente.
Tal vez lo único que no me ha
asombrado pues me he ido acostumbrando a ello, es a la mediocridad de la
izquierda, a su incapacidad de visualizar las consecuencias de sus actos. Por
eso no me extraña que estén entregando las banderas a la derecha, a cambio de
una propuesta de paz vacía de contenido; una paz de derechas, una paz engañosa y falsa.
En los años cuarenta el bisabuelo
del actual presidente, en un pataleo igual al actual se autoexilio, por que no habían
garantías (Gaitán lo derrotaba) y regresó como por arte de mafia, después que
el líder fue asesinado ¿qué coincidencia no? Y hoy su bisnieto utilizando las
mismas argucias familiares heredadas, pretende entregar al país a multinacionales,
hacer una paz de papel, y burlarse como vienen haciéndolo desde hace 200 años. Mientras
añora su amistad con “Uribe”, (de cara al público por supuesto)
¿Pero quienes nos han postrado en
esta situación tan patética? ¿Pues como el tema de la crisis económica europea
tiene nombres y apellidos y tampoco ha sido un meteorito.
Hace 6 meses los medios se
alarmaban pues las encuestas daban como ganador de la primera vuelta a Antoni
Navarro Wolf. Yo al mirar su experiencia y su hoja de vida política y personal;
pensé aunque no es lo mejor, y tiene un pensamiento institucional, podía darles
unas mejores condiciones al país y a las FARC, así como a las FFMM, es decir
ser más efectivo en un proceso de paz. Inmediatamente la señora Piedad Córdoba empezó
a torpedear, el camino, a llamar a reuniones secretas, a sabotear de todas las
formas, infiltrando a títeres como el candidato Indígena y a Camilo Romero,
para “debilitar la candidatura y evitar que ganara. Hoy nos encontramos en el
escenario que ella esperaba: el regreso de su paisano Uribe al poder y/o la continuación
de su amiguete y compañero de partido de derecha.
En el Polo pasó algo parecido:
Cuando en el congreso del partido todos esperábamos que el señor Jorge Robledo
saliera elegido de allí como candidato presidencial. El Señor Robledo a
espaldas de los electores permitió que una señora de la derecha más tradicional
de Colombia, fuera la candidata, a espaldas de los electores traicionó a la
militancia aunque hoy se rasgue las vestiduras por las diabluras que hace el
monstruo que él mismo creó. Robledo hubiera vencido a todo pronóstico y hubiera
ganado tal vez en primera vuelta, y no estaríamos en esta situación pues el
gozaba de la credibilidad de derecha e izquierda.; pero él prefiere esperar,
pues tal vez un día estará maduro políticamente, y de momento seguir con la tética
del senado, donde solo hace alharaca pero nada efectivo.
La paz no es una palabra que se escriba con la
S de la familia Santos como muchos pretenden, ni con la Z del señor Zuluaga y
menos con la U del uribismo. No, la paz tampoco se escribe con la F de las
FARC, ni de las FFMM. La paz de Colombia se escribe con J, con la J de justicia
social.
Por eso mi llamado es a votar en Blanco. Y A VOTAR.
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